Nunca imaginé que algún día dejará de vivir allí, tengo mucha gente que quiero sí, pero el pilar fundamental desapareció.
Un buen día se desvaneció , igual que el humo de una calada.
La mayoría , está de acuerdo y creé que los cambios suelen ser a mejor, aunque tardes en darte cuenta.
La impaciencia es el peor enemigo que podamos tener y creerme yo de enemigos entiendo un rato.
Sé que he dejado mucha gente atrás, pero eso no significa que les haya dejado de querer, simplemente he tenido que tomar un camino distinto en una dirección totalmente contraria.
Todos aquellos que me quieren y valoran lo han entendido , que allí nunca hubiera podido ser feliz.
Venir a Madrid fue una decisión dura, pero es lo mejor que pude hacer.
El sábado hará un año que cruce por última la rotonda del Auditori del pueblo.
Hay muchas cosas que anhelo y echo en falta, pero todavía creo que no estoy preparada para volver.
Llevo un año intentado bajar, pero por a o por i siempre acabo retrasando.
Tengo que conocer muchos bebes, que ha este pasó veré comulgar .
Madrid es una ciudad llena de muchas posibilidades y aunque me cueste arrancar, creo que lo podré logar.
Quizás nunca fui como la mayoría y no busque lo que las chicas normales de mi edad.
A veces me siento perdida en lo más profundo de mí, pero creo que vivo como quiero vivir, hay experiencias que no creí nunca que viviría y otras que quizás no lleguen a ocurrir.
Pero haciendo un balance desde la muerte de mi padre hasta ahora, creo que no puedo quejarme demasiado.
Siempre me consideraré de Pueblo, por muy moderna que sea
A toda la gente que dejé, que espero que sepá que nunca les olvidaré y siempre estaré cuándo me necesiten.
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